¨Me reflejo en otras pupilas. Me someto a las igualdades subjetivas de las miradas diferentes...¨

Sortilegios cotidianos

viernes, 24 de abril de 2009

Porcelana vs. Descartable


Existen tantos hombres como motivos.
Algunos eligen a menudo la Porcelana. Acaso algunos otros prefieran o sean devotos de la Vajilla descartable. 
Lo cierto es que mientras una necesita ser cuidada con delicadeza y respeto, la otra, carece de atención excesiva y  es usada a destajo. 
En ocasiones llega incluso a ser lavada y vuelta a usar unas cuantas veces más; aún cuando el plástico comienza a derramar gotas de café oscuro por sobre la superficie blanda.
Ambas tendrán sus razones positivas y sus complicaciones. Sus pro y sus contras. Usos y costumbres. Las dos contendrán el líquido caliente depositado en ellas. Unas sabrán contenerlo, otras hervirán.
 La vajilla de porcelana es más díficil de seleccionar y en su encanto la búsqueda se torna rigurosa, pero en su frágilidad, se vuelve insoportable.
 El dueño la buscará con afán y cautela, desfilarán ante sus ojos un sinfín de motivos variados y formatos diferentes, hasta que nuestro hombre diga: es ésta.
 Si por un descuido del destino la pieza se viera afectada por la maldición del quiebre o la pena del cachado o la rajadura, el golpe podría restaurarse con paciencia en la nueva unión de sus partes. Sin embargo, su estado cobraría más riesgos durante el uso y a través del paso del tiempo.
La vajilla descartable requiere menos atención. Puede usarse como las cosas que no se aprecian demasiado y son arrojadas al cesto con un simple apretujón de dedos y sin mirar a atrás.
 La vajilla descartable requiere menos compromiso en su uso diario. Por eso mismo no genera temor ante la rotura, explosión o delicadeza en el trato.
 Si cae, no sentirá nada. 
Si se quiebra, permanecerá ajena a las lágrimas. Nadie lamentará su rotura.
Ha sido fabricada para no durar.
Nuestra porcelana, no solo será  única e irrepetible en su esencia, sino que en ocasiones y debido al especial significado de la pieza y a su historial de colección, generará la sensación de que en su pérdida, una parte del pasado se ha esfumado para siempre.

3 comentarios:

Natalia dijo...

Será que hoy el placer está en la satisfacción inmediata, algo así como "un llame ya" Pero cuando te querés tomar un buen vino o un buen café, elegís cristal o porcelana.
Y sabés coni el descartable si se rompe no se llora tanto, porque no cuesta nada.

Natalia dijo...

Felicitaciones por tu nueva publicación!!!Qué bueno que la luna te deje seguir creando tu espacio propio.
besos

Gingerale dijo...

hay goce en el cuidadoso lavado de esa preciada porcelana; hay goce al desechar el descartable sucio a la basura. No comprendo al torturaro ser que decide lavar la tacita descartable.

Me leen...