Está listo para salir. Solo entonces comprende que se siente un tanto incómodo con el sweter abrigado debajo de la campera naranja y gris. Entonces, enciende las luces nuevamente, se saca la prenda de lana y con el torso desnudo-apurado y el frío en la piel blanca y suave, se vuelve a vestir.
Ahora sí, llaves en mano y casa sin riesgos, se decide a cerrar la puerta, pero olvida el maletín justo al costado del escritorio.
María espera en el pasillo, aprieta el botón rojo del ascensor, tiembla,se abriga la garganta con la solapa y mete las manos en los bolsillos.
Se miran un instante en los espejos. Bajan.
Ahora salen y la calle está vacía. Corre viento helado y ganas de una frazada compartida hasta la nariz.
No sabemos cual es la hora exacta, ni podremos saberlo, porque la batería del celular se descargó y el reloj no tiene agujas.
Es tarde, y hay que depedirse.
Gabriel acompaña a María una cuadra y media hasta la parada del 37. Hasta que venga dice, entre siete y mil segundos.
Pero los minutos pasan y ningún vehículo se detiene en el lugar. María decide entonces acompañara a Gabriel a la vuelta de la esquina, en donde para el 42. Como la charla está entretenida, deciden regresar a la primer parada, en caso de que se acerque el colectivo. Pero vislumbran a lo lejos, que este acaba de pasar y va dejando su estela de humo a la distancia. Entonces vuelven, para ver si al menos Gabriel tiene esa suerte. Ahora esperan. Se observan los zapatos. Miran el cielo. Una luz redonda y blanca brilla alto en la oscuridad. Se ríen. Se hablan. Se miran. Se ríen.
Así, regresan a la parada del 37 para volver a regresar de a ratos a la del 42.
Se acompañan. Van y vienen una y otra vez. Van y vienen. Vienen y van.
Para no dejarse solos.
Para no volverse tristes.
Para que la soledad no los alcance,sin haber compartido la espera.
Junio de 2008
2 comentarios:
Me encantó el cuerpo desnudo-apurado y la ganas de frazada hasta la nariz...Me hizo pensar: la frazada para no tener los cuerpos desnudos ni apurados.
Espero no importunar con mis comentarios pero, si leo tengo que expresar lo que el texto me sugiere, y digo que por algo Salgado está entre mis blog preferidos.
Publicar un comentario