del ayer...
En el cajón de mi mesa, duermen los sueños que fueron, diapositivas añejas, perfume de mi niñez. Papeles descoloridos, algun poema de Becker, el incendio en tu mirada, negativos de recuerdos ya olvidados, un estuche de inocencia, tu flecha en mi costado.
Tu partida innecesaria, tres vueltas para variar, un boleto capicua, amistad sin vencimiento, los versitos algo cursi de sobrecitos de bar.
Figuritas de cristal, tres muñequitos de Jack, veinte lÁpices sin punta, lágrimas que no caducan, las tarjetas de los quince, mis dulces dieciseis, la ternura de los tres, la locura de los veinte, dos libretas de estudiante sin bandera, un relicario en donde llevarte, el olor de los jazmines en verano, los relojes sin agujas ya ni horarios, texturas de cosquillas en primavera, una imagen de familia siempre unida, Catedral de La Plata, gusto a tilo, diagonales, avenidas, la ciudad que me envenena y me habla todavía.
El primer beso robado, el segundo reclamado, la suerte hechada, un te espero hasta el dia en que me quieras.
La infancia que te llevaste en un puño, dos recetas, el olor de la cocina tuya abuela, navidades de ilusión, tres papelitos de cabsha, los primeros días de escuela Lapiceras con mil formas y tamaños, dijecitos azules de oro y plata, la soledad de cien años de Gabito, pupilas de alumnos desesperados, la nostalgia de una carta ya vencida, mi primer mamarracho al Principito, monigotes de los niños carenciados, el documento impecable y viejo, la torre Eiffel gris, hojas que lloran nervaduras, un vuelo casi perdido.
Dibujitos de Miró, incoherencias de Dalí, postales de pinturas preferidas, ojos de mar, flores blancas, poco tiempo, billeteras aburridas con tarjetas, direcciones de destinos que no importan, las entradas de Joaquin en la garganta y un “sin embargo” sin fin, el anillo de egresada y cien recuerdos, nuestro viaje a Bariloche en rebeldía, un recreo sin salir, la desición en un solo abracadabra, un error, algún aprendizaje, nueve misterios, la sensacion de no haber sido educada, con la espada, con la pluma y la palabra.
Alegría desbordante, principios reiterados, el fin de nuestra breve y larga historia, el ayer oxidado, un sillon para esperar, piel de limón, heroe de circo, la transmision de un pensamiento, dos coincidencias, cuatro cuentos con abuelos sin mas pena ni gloria.
Un cd de Guasones, dos pases para Boca, una dulce lejanía, viñietas de Tonucci, vete leyendo y Sabater, el papel del chocolate, treinta centavos de austral, un dolar y dos reales, viejas penas de Garrik, dos caricias de propina.
Un pañuelo de Bruselas con encaje, un bautismo equivocado, el otoño gris, abril, mil fechas, ideales no marchitos, varios sueños putrefactos,realidades absorventes, un diario, hilo de coser, cicatrices del amor desmoronado, caramelos sin dulzura, una cena arrepentida, un deseo, un adiós, un brillito de frutillas, tres ramitas, dos semillas.
El sabor del desengaño, colirio en el alma, la luna de Bourbon street, la Fragilidad perdida, los años astillados, nacer y morir, algunas veces no debo, un telefono marchito, confusiones, abrazos, nacimientos, bienvenidas, pupilas almendradas, ruido de aviones, pasajes solo de ida, miel y menta, libertad condicionada, varios barcos de papel.
Dientes de leche, magia y ratones, un carefree muy perfumado, un cumpleaños sin velitas, dos fiestas de disfraces, adrenalina en cuotas, pan, vino, mazapan, tres botones color rosa, dos ganchitos de repuesto, muchas flores de lavanda, varias estrellas fugaces, un zapatito con las suela descosida, un angel, estuches sin anillos, cadenitas que se cortan, dos push up de silicona vencida, un curriculum sin tinta, un grabador que no graba, certificados que no sirven, silencios que aullan, el comienzo de algo y el reino del revés.
La esperanza brotando del balcón, un lugar en el mundo, el destino impreso, visiones de coral, aguamarina en la cornea, foto en sepia todas juntas, revolución imborrable de pobreza y alegría, imagen que sangra, felicidad extrema, delirio en lacre, malecon de dudas, Habana indulgente, Paulito, salsa, Compay, mojito, y hasta la victoria siempre!
Sortilegios cotidianos
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1 comentario:
sos millonaria...
y yo afortunada porque se me saltaron las lágrimas, pero despacito y con aviso...
un abrazo
y más contenta aún de haber aterrizado en tu blog
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