
Se distrajo al observar la millonada de azahares esparcidos por el suelo. Cada flor dando lugar al nacimiento de un fruto dulce.
El aroma carismático inundó sus pulmones de profundidad. Las cosas esenciales a veces pueden deslizarse a ras del suelo. A veces, hasta podemos pisarlas.
Comprender el hecho.
Levantarlas, acariciarlas, tocarlas, acercarlas a la piel añorando su suavidad.
No todos lo sueños vuelan alto.
Algunos a veces,
caen...
como lluvia blanca, como lágrima azul, como hojas crujientes y deliciosas.
Como vos.
1 comentario:
Me agrada tu pureza, tu andar cristalino de palabras, ese modo de decir que no intenta sobresalir ni es estridente. Se desliza y envuelve nada más, con la naturalidad del agua sobre las piedras. (Desde Corazón Urbano)
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