¨Me reflejo en otras pupilas. Me someto a las igualdades subjetivas de las miradas diferentes...¨

Sortilegios cotidianos

viernes, 23 de octubre de 2009

Cuento del fin del mundo




- Y se acabó el mundo nomás...

Sentados sobre la nada, Nadie y Ninguno se dedicaban a no existir en todo el día. Como el mundo había desaparecido el aburrimiento se tornaba atroz. Era un vacío transparente como la levedad, similar al salto en caída libre de un paracaídas, desde la nada misma hacia la mismísima nada.
Lo increíble era que, al flotar, Nadie y Ninguno no tenían nada de que hablar, ni a donde ir.

- Se acabó el mundo nomás! - repetían.



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